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Juan de la Mota Gómez-Acebo, presidente de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas
"Los empleos sostenibles los crean las empresas"
Juan de la Mota Gómez-Acebo, presidente de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas
HUESCA.- "Yo espero que, en estos tiempos de crisis, que estamos siempre hablando de crisis, que es deprimente, veamos que es bueno hablar de cosas que significan mirar un poco hacia delante, que posiblemente les dicen mucho más a nuestros hijos que a nosotros. Y eso es bueno, es optimista, es el futuro, porque el futuro es de ellos y ellos van a hacer las cosas mucho mejor que nosotros. En lugar de mirarnos el ombligo, es mejor creer que lo vamos a hacer bien. Estoy seguro de que, dentro de cinco o diez años, volvemos a hablar de esto y sacaremos un balance mucho más optimista". Así concluía la cena-coloquio Juan de la Mota Gómez-Acebo, presidente de la Red Española y Miembro del Consejo Internacional del Pacto Mundial de Naciones Unidas, en la que refrendó la consideración de la Responsabilidad Social Empresarial como un motor de desarrollo. En su mesa presidencial en el Hotel Abba, donde se sirvieron vinos de Bodega Ballabriga, De la Mota estuvo acompañado por el presidente de Publicaciones y Ediciones del Alto Aragón, Mariano Bergua, y José María Labarta como representante de Fundesa, los socios organizadores de Encuentros con el Alto Aragón, el concejal José Manuel Ballarín y Ramón Cosculluela, gerente de Multianau, patrocinadora de esta jornada. En su intervención, aseguró que, antes de emprender un proceso de desarrollo de la responsabilidad social empresarial, hay que mirar hacia dentro, y también esgrimió que "los empleos sostenibles los crean las empresas", en alusión al proyecto anunciado por el gobierno de la nación.
PREGUNTA.- Queremos ser una PYME responsable y estamos firmemente comprometidos. ¿Cuál es el primer paso que debemos abordar para normalizar nuestra Responsabilidad Social Corporativa: aplicación de normas, vías, etcétera.
JUAN DE LA MOTA.- Es fácil esta pregunta, muchas gracias a quien la haya hecho. Como casi todo en la vida, mirar para dentro y pensar. Hay que mirar hacia dentro de la empresa y pensar.
PREGUNTA.- ¿Hacia dónde tienen que encaminar los esfuerzos ¿No hay un cierto batiburrillo de normas sobre la Responsabilidad Social Corporativa, no hay una falta de claridad que ha contribuido a que no se expandan esas prácticas.
JUAN DE LA MOTA.- Sí, es verdad, ha habido falta de claridad, pero no hay que buscar excusas. Lo mejor uno mismo tiene que saber cómo lo tiene que hacer, tiene que mirar lo que hace, cómo lo hace y hacerlo bien. No hay excusa en mi opinión.
PREGUNTA.- Da la sensación de una cierta abstracción o un buenismo en la RSC, ¿pero qué tiene que hacer una empresa con sentido práctico para ser una empresa socialmente responsable.
JUAN DE LA MOTA.- El buenismo está bien, pero posiblemente no es suficiente. Para un buen empresario, hay que hacer las cosas bien, hay que hacer lo que tiene que hacer, una cosa bien, darle a la gente productos y servicios, y hacerlo con ética. Se puede tener ética como todo en la vida o no. Repito: productos y servicios, con ética, y procurando aportar algo que tenga sentido con lo que hace la empresa. No es cuestión de buenismo. El buenismo es como el primer eslabón, faltan todos los demás. El objetivo de un empresario y de una empresa no es hacer buenismo, en mi opinión.
PREGUNTA.- ¿Se pueden tomar decisiones aparentemente impopulares pero integrada dentro de prácticas de Responsabilidad Social Empresarial
JUAN DE LA MOTA.- No tengo ninguna duda. El tema de los Eres es uno: recorte de plantillas o no. A lo mejor, como en muchas otras cosas, para salvar al cuerpo entero hay que cortar una mano. Pero, cortando la mano, se salva el cuerpo entero. Recuerdo un empresario de una microempresa que era un caso curiosísimo. Una empresa pequeña que trabajaba en el sur de España. El cien por cien de su producción agrícola, que era agrícola, berenjenas y pimientos, se vendía en los supermercados ingleses, y el cien por cien de su mano de obra eran mujeres musulmanas que acababan de llegar atravesando el Estrecho en patera anteayer, no sabían leer ni escribir y él tenía que manejar aquello dentro de la empresa. Y él decía: primero, soy empresario, luego soy consejero social, luego consejero familiar, etcétera, etcétera. Pero yo no podría escoger utilizar esta mano de obra, utilizar mujeres musulmanas y utilizar arquitectos de Barcelona. Lo que tengo son mujeres musulmanas y tengo que trabajar con estas cosas. Si me equivoco en cualquier cosa y mañana sale esto en Inglaterra diciendo que el pepino que se está vendiendo en el hipermercado que sea se hace así, desaparece mi empresa de la noche a la mañana. A ese empresario no le tiene nadie que decir lo que tiene que hacer, cómo lo tiene que hacer, el gobierno tal, el código cual, la ley cual, etcétera. Él sabe que, si lo hace mal, su empresa desaparece de la noche a la mañana. Y nadie se lo ha enseñado, no hay libros para esto, como se dice que no hay libros para educar niños porque los niños no vienen con libros de instrucciones y tienen razón las madres. Esto es un empresario. Podía escoger otro tipo de gente, cada uno sabe los mimbres que tiene en la mano y dónde se mete. ¿Lo quiere hacer bien o no Hay empresarios y no empresarios. ¿Esto es buenismo Pues no. Él me decía: en nuestro mundo occidental, el tema de los servicios en mi empresa es un tema serio. Puede contribuir a ganar dinero su empresa y él, y a lo mejor puede contribuir a hacer algo por lo que tiene alrededor. ¿Eso es buenismo Él cree que no, a lo mejor otro piensa que sí, que está loco y lo que tiene que hacer es coger licenciados en Económicas por la Universidad de Huesca. Tenía mujeres musulmanas.
PREGUNTA.- En la asignatura de Lengua, nos decían que, cuando no se entendiera algo, volviéramos la oración por pasiva. Usted sostiene, con buen criterio, que la marca tiene una repercusión favorable cuando se actúa con Responsabilidad Social Corporativa. ¿Usted cree que, en un futuro no lejano, penalizará el mercado a las compañías que actúen con irresponsabilidad social corporativa, aquellos que fabrican en países del Tercer Mundo con condiciones laborales lamentables y lo venden a precio de lujo en Occidente.
JUAN DE LA MOTA.- Hay estudios de sesudísimos profesores universitarios en los que han preguntado a los consumidores si tal empresa, frente a su competidor, le añade valor o le resta valor. Y los consumidores, entre otras cosas, van empezando a diferenciar todo esto. Hay que mirar alrededor. El sector inmobiliario y constructor en los últimos años en España ha sido de alto riesgo, mirando el número de víctimas empresariales que tenemos delante. Algunos han sobrevivido y otros no. ¿Por qué Pues porque algunos han cogido atajos y otros no. Las cajas de ahorro igual y muchos otros sectores. En las crisis, suelen caer quienes no han hecho las cosas como debían. Todo el mundo puede equivocarse, claro que sí, sin mala intención. Pero, ¿por qué sobreviven unos y otros no.
PREGUNTA.- ¿Usted conoce muchos casos de actuaciones de los sindicatos responsables socialmente y socialmente irresponsables.
JUAN DE LA MOTA.- Yo no soy experto en nada, soy experto en que tengo muchos años y me ha enseñado muchas cosas la vida y la experiencia. Mi Comité Ejecutivo son veintitantas personas y hay empresarios grandes, pequeños, medianos de toda España, hay sindicatos, hay oenegés, hay profesores universitarios, etcétera. Hay un catedrático de economía que sostiene que hay grupos que ya no trabajan a quien se supone que representan, sino que trabajan por endogamia en la "burrocracia" propia del grupo. Y esto es público, yo no lo digo. Está dicho en algunos sitios y puesto en cuestión. Hay gente que piensa que los sindicatos no están defendiendo los intereses de los trabajadores. Está dicho no por mí, sino en público. Los sindicatos no necesariamente defienden siempre los intereses de los trabajadores, a lo mejor están defendiendo intereses internos. Hasta hace poco, aquí no era necesaria la reforma laboral. De la noche a la mañana, es necesaria la reforma laboral. No sabemos cuál, que es lo importante, los detalles, pero hasta ahora no era necesaria. ¿Estamos defendiendo los intereses de los trabajadores o los de un grupo ¿Estamos defendiendo los intereses de los ciudadanos y de los administrados o estamos defendiendo los intereses de un grupo político u otro Hay gente que lo pone en cuestión. Y Antonio Javierre, que está en mi comité, sabe que este catedrático les dice a los sindicatos a la cara que, cuando uno no defiende los intereses que tiene que defender y está defendiendo otros intereses, no es creíble. A lo mejor no es sólo aplicable a los sindicatos. Los catedráticos a lo mejor no están defendiendo los intereses de aquellos que tienen que aprender y están defendiendo los intereses endogámicos. Aquí todos tenemos que mirar hacia dentro, no vale acusar al de fuera.
PREGUNTA.- Habida cuenta su condición de economista, ¿qué criterios debe tener la Ley de Economía Sostenible empresarialmente socialmente responsable.
JUAN DE LA MOTA.- A mí me habían dicho, cuando venía aquí, que iba a tener cien nuevos socios en mi agrupación. Después de esta pregunta, voy a pedir quinientos nuevos socios. La Ley de Economía Sostenible tiene varias ideas que tienen sentido. Por cierto, una de ellas tiene que ver con la responsabilidad social de las empresas, cambio climático y demás. Algunas otras son incompatibles con lo que se acaba de hacer en los Presupuestos Generales del Estado, porque está muy bien decir que uno defiende el I+D+i, pero si uno recorta los presupuestos de I+D+i este año, a lo mejor hay una cierta inconsistencia. El mensaje importante debería ser, en mi opinión personal, que los cambios de modelos en la economía no existen. Un país no pasa de ser fundamentalmente agrícola o de lo que sea en dos o tres años. No es algo que se elige en un momento, lo hacen los empresarios, las empresas y los trabajadores a lo largo de mucho tiempo. Aquí ha desaparecido, como mínimo, un 9% del PIB, que es la construcción, y se tiene que quedar como mucho en la mitad, el 4,5 o el 5 por ciento. Esto significa que se han perdido 50.000 millones de euros todos los años. Esto significa que se han perdido varias centenas de miles de empleos y que, cuando uno está moviendo ladrillos o una carretilla, es muy difícil encontrar un trabajo alternativo. Si uno está haciendo un trabajo de otra naturaleza, pues a lo mejor sí. Una ley no lo resuelve. En el año 82, yo trabajaba en el Gobierno y, cuando a don Felipe González, porque era la izquierda por primera vez en el gobierno desde antes de la Guerra Civil, le preguntaban qué medidas adoptaría y en el programa electoral del PSOE se hablaba de nacionalizar la banca, y las eléctricas, y aquello era terrible, él dijo que la única medida era sacar una ley que decía: artículo 1, aplicaré la legislación vigente. Lo que quería decir es que en España hay leyes para todo, lo que pasa es que no se aplican. Hay leyes absolutamente para todo. Y se puede hacer lo que sea: la sostenible, la no sostenible, la que sea. Los empleos no los crea el gobierno, aunque muchas veces sí. Las administraciones públicas, en los últimos cinco años, ha sido la única que ha creado empleo en España y yo creo que esto son malas noticias más que buenas. Los empleos sostenibles los crean las empresas. Y los empresarios están esperando otro tipo de noticias que la Ley de Economía Sostenible, en mi opinión.
PREGUNTA.- ¿Conoce alguna iniciativa en España de creación de un foro provincial de responsabilidad social empresarial ¿Y qué recomendaría al grupo promotor para iniciar su trabajo.
JUAN DE LA MOTA.- Sí la conozco. Hace poco, este año ha habido una en Cantabria, en Calafell que ha promovido en su comarca un grupo… Decía antes que no es un tema cuantitativo, es cualitativo. Cuando sacaba la lista de las empresas de Aragón y había doce, a mí no me importa, ni tampoco que haya tres en el podio. Lo que me importa es que haya varios más y que sean potentes cualitativamente, que hagan las cosas bien, porque se va extendiendo como una mancha de aceite. Muchos empresarios, y lo entiendo perfectamente, tienen dudas de si en este momento tienen que dedicar su dinero y sus esfuerzos a estas cosas. Las administraciones públicas tienen que ser mucho más activas. Las grandes empresas ya lo son. Aquí, los grandes bancos filtran sus proveedores con listas en donde, entre otras cosas, preguntan y miran este tipo de temas. Para ser proveedores de determinados bancos, se mira este tipo de cosas, e internacionalmente también. No tengo duda de que esto se va a ir extendiendo. El momento no es fácil, desde luego, pero hay grandes zonas y pequeñas como Calafell, Cantabria, Huesca… Todo depende de que haya gente inquieta. ¿Desde arriba o desde abajo Hay veces que hay un empresario visionario, hay veces que llega alguien a la empresa y hay veces que lo piden los clientes, o los proveedores o los consumidores. Da igual: se va extendiendo como una mancha de aceite. Además, el tema de la globalización y la internacionalización es muy importante. Las empresas españolas no trabajan en España. Cada vez más una empresa de Huesca tiene mercados, clientes, proveedores fuera no de Huesca y Aragón, sino fuera de España, y estas cosas se miran. Cuando no conoces a alguien, pides y miras datos no sólo financieros, sino los demás. Este empresario de Almería no había llegado por casualidad a los grandes supermercados ingleses. Habían mirado sus finanzas y su balance, pero también cómo manejaba estas cuestiones que son muy delicadas en un país como Inglaterra que tiene ciudades como Birmingham que tiene 300.000 musulmanes. Y estas cosas las miran muy despacio.
PREGUNTA.- De acuerdo con la teoría de los "stakeholders" a la que ha aludido, ¿se puede decir que la RSC es la que satisface a todos los stakeholders: accionistas, directivos, empleados, medios de comunicación, administración, sociedad, clientes, proveedores?
JUAN DE LA MOTA.- Cuando hablo de empresa, no hablo sólo de empresa privada con ánimo de lucro. Hablo también de empresa pública o cualquier organización pública que tiene que dar un servicio público. No creo que la misión de una empresa y un empresario sea contentar a todo el mundo, no lo creo. Además es difícil y se equivocaría. Si lo que tiene que hacer al tomar decisiones todos los días es no pisar los callos a nadie? No, no lo creo. Ni un gestor público tampoco. Hay que tomar decisiones con las que la resultante total, el vector total, sea la mejor para todos, pero eso supone hacerle daño a alguien todos los días. Eso puede tener sentido teóricamente en un mundo irreal. El mundo real no es así. Para hacer las cosas bien, por ejemplo, hay que decirle a alguien que está haciendo las cosas mal en una empresa o en una organización. Para hacer las cosas bien, tienes que decirle a alguien: estás haciendo las cosas mal y tienes que mejorar.
JUAN CARRERO.- La confianza es el primer factor en el comercio. ¿Se ha recuperado la confianza internacional y se incrementará el flujo de mercancías pronto ¿Se ha recuperado la confianza entre las entidades financieras en el comercio internacional.
JUAN DE LA MOTA.- Sí y no. En el comercio internacional de mercancías, se ha recuperado más la confianza que en los mercados financieros. Los mercados financieros internacionales y español todavía no están funcionando como funcionaban antes, ni en plazos ni en precios. Si miramos las primas de riesgo de los diferentes mercados, el que sea ?crédito individual, crédito sindicado, mercados de capitales-, siguen mucho más altas, lo que quiere decir que una misma empresa ahora tiene más riesgo que antes de la crisis. En el comercio internacional, sí se ha recuperado algo la velocidad de crucero más rápidamente que en los financieros, posiblemente porque los plazos son cortos. En el comercio internacional, por definición, el plazo es mucho más corto. En los mercados crediticios y financieros, los plazos son más largos: le estás prestando dinero a cinco años, a diez o a quince. Es más complicado. Hoy, cuando estaba en el coche, he oído en la radio que las bolsas internacionales han caído hoy porque había dudas sobre si un estado petrolero de Oriente Medio pudiera devolver sus deudas. Es decir, sigue vendiendo petróleo, se lo siguen pagando a 70-80 dólares el barril hoy, pero una cosa es un barril de petróleo que lo pagas inmediatamente y otra cosa es que te presten dinero a diez años.
PREGUNTA.- La Responsabilidad Social en la Empresa es una novedad. ¿No cree usted que tendría que empezar por el gobierno.
JUAN DE LA MOTA.- Sí, pero me imagino, y no soy un experto, que para un gobierno a lo mejor es más difícil definir cuál es su responsabilidad social. Comentaba antes cuál es la misión de una empresa. No es una oenegé, su misión es crear empleo, tecnologías, producto, riqueza, etcétera. Y lo suelen hacer muchísimas de ellas, las que sobreviven. Es mucho más difícil medir eso en un gobierno. No se miden sólo con votos o no votos, si hacen las cosas bien o mal, es más complicado. Pero hay políticos que lo entienden. En España, uno de los pioneros de estas cosas ha sido Ramón Jáuregui, un diputado del PSOE que ha trabajado muchísimos años en esto y que recientemente le han "desterrado" a Bruselas, a su pesar, por las razones que sean. Pero él ha defendido durante muchos años estas cuestiones en la sociedad civil, en las empresas y en las administraciones públicas, y lo sigue defendiendo. O sea, que hay políticos que entienden que, si el gobierno tiene que dar servicios de Educación, ¿en la educación tenemos responsabilidad social, en sentido amplio, ya no empresarial En la Educación, ¿están siendo eficientes en la administración de los recursos como lo es un empresario ¿Hacen lo que tienen que hacer Hay gente que mide esto con indicadores. Ayer organizamos nosotros en Madrid una cuestión sobre la educación en estas cosas. Tiene que ser en la Universidad, en la Secundaria, en la Primaria. Teníamos profesores de escuelas de negocios y catedráticos de universidades públicas. Ellos se dan cuenta. Las escuelas de negocios llevan decenas de años haciendo esto en España y fuera de España. Las universidades públicas están empezando, y tienen los mismos problemas para convencer a su rector para que dedique recursos y gente que los que tiene un directivo para convencer a su empresario de que tiene que poner dinero en esto o en lo otro, en un proyecto o departamento. Está empezando y sí es una responsabilidad de las administraciones públicas, porque la Responsabilidad Social Empresarial es de todos los ciudadanos y los ciudadanos, aunque no sean empresarios o directivos, trabajando donde trabajen, tienen que pensar en estas cosas. Pero pasarán años.
PREGUNTA.- ¿Las políticas económicas y sociales de la Unión Europea están auspiciando la Responsabilidad Social Empresarial.
JUAN DE LA MOTA.- Los países más avanzados lo están haciendo. En Dinamarca, se ha aprobado una ley a principios de este año. Aquí, este Consejo Estatal de la Responsabilidad Social Empresarial del que hablaba antes está estudiando desde el punto de vista del gobierno qué tiene que hacer en este campo. Entonces, hay debates metafísicos, filosóficos, sobre si hay que imponer algo a las empresas o no. Hoy en día, las empresas cotizadas y las que piden recursos a los mercados de capitales, cajas de ahorros por ejemplo, tienen que hacer una memoria de responsabilidad social y buen gobierno corporativo. La hacen, es libre, cada uno la hace como quiere. Hay políticos que piensan que hay que escribir algo así como una ley, como un código diciendo que hay que hacer esto. Hay gente que cree que ese no es el camino: escribir la guía de teléfonos de cómo una empresa tiene que explicar cómo hace su responsabilidad social empresarial. Hay gente que piensa que es mejor la libertad, que cada uno explique libremente cómo hace sus cosas y por qué o por qué no. Hacer o explicar. Usted haga esto y, si no lo hace, explique por qué no lo hace. Hay algunos políticos que piensan que lo tienen que hacer dentro de cada comunidad autónoma, o incluso algunos ayuntamientos que lo han promovido. Hay algún gobierno autonómico que ha sacado una ley de Ciudadanía Corporativa. A muchos empresarios se les ponen los pelos de punta porque, en un mundo y una economía globalizados, imaginemos que le dijeran a cada uno que tiene que hacer una contabilidad y un balance, por ejemplo, diferente. Pues a lo mejor la contabilidad es igual en Gerona que en Huelva, y en La Coruña que en Murcia, en lugar de tener que hacer la contabilidad de Gerona o de Murcia. Yo creo que las administraciones públicas tienen que pensar muy seriamente qué cosas pueden ayudar a las empresas, y qué cosas pueden complicarlas y llevar a la responsabilidad social a una vía mala. Los daneses han hecho esto. Han dicho: hagamos una cosa voluntaria, donde la gente lo explique, basándose en una serie de cosas, y yo creo que poco a poco irá imponiéndose el sentido común. Pero yo creo que el nuestro es un país con tradición de escribir leyes que son papel mojado y luego no se aplican, lo cual es malo para todos.
PREGUNTA.- Acabamos como empezamos. Si usted tuviera que encomendar a una pequeña empresa su política de responsabilidad social empresarial, ¿cuáles son los primeros pasos.
JUAN DE LA MOTA.- Quizás lo más avanzado o una de las cosas más complicadas de entender pero de las más sencillas nos lleva a una época en que se pensó que había que centrarse en dónde se gasta el dinero una empresa, para decir si hace las cosas bien o no. Estamos dando dinero a esto y lo otro, entonces lo hacemos bien. Hoy en día, la cuestión interesante es cómo está ganando el dinero la empresa, de dónde saca el dinero la empresa para decir si lo hacemos bien o no. Si uno es un narcotraficante y tiene una empresa de narcotráfico y el dinero viene de ahí, ya te lo puedes gastar en cosas muy éticas, pero el dinero lo estás obteniendo del narcotráfico. Luego igual hay que mirar aguas arriba más bien que aguas abajo. Esto es lo que dicen hoy los más conocedores del asunto. Quizás lo mejor es mirar hacia dentro, de dónde vienen los ingresos de la empresa, cómo tratamos a nuestra gente y cómo manejamos las cosas aquí dentro. Los que decían "cumplimos todas las leyes, estamos perfectos", a lo mejor no es suficiente. Y pensar.