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drugs HUESCA.- La situación económica, las oportunidades de los emprendedores, la preparación de las nuevas generaciones, la reducción de los sueldos de los ejecutivos, funcionarios y políticos en las administraciones públicas o, incluso, las tecnologías del hidrógeno salieron en el coloquio que Pedro Nueno, director de la Cátedra Fundación Bertrán de Iniciativa empresarial y profesor de Iniciativa Emprendedoras del Iese, mantuvo con los asistentes a la cena que se desarrolló el pasado jueves en una nueva edición de los Encuentros con el Alto Aragón, iniciativa auspiciada por la Fundación para el Desarrollo Económico del Alto Aragón y DIARIO DEL ALTOARAGÓN con la colaboración de Ceos- Cepyme y Cámara de Comercio de Huesca y el patrocinio en esta ocasión de la Obra Social de Caja Inmaculada-Caja 3. Se sirvieron vinos de Bodega Monte Odina.
Nueno, en uno de los salones del Hotel Sancho Abarca, defendió una postura optimista de cara al futuro de nuestro país, reforzado por las ventajas sociales con las que España cuenta frente a otros países europeos, y defendió que los ajustes, en función de la búsqueda de eficiencia, de vez en cuando son necesarios. Cree que España saldrá "reforzada" de esos cambios pero las "dificultades de empleabilidad", a su juicio, no representan un obstáculo para las nuevas generaciones ni los emprendedores. Para estos, señaló, "hay dinero, pero hay que ponerlo en contacto". "Si alguien tiene un buen proyecto, se puede llevar a término".
Tras la cena, la organización entregó al ponente un obsequio, una escultura del artista oscense Vicente García Plana, con un nuevo diseño. Nueno, agradecido por la invitación a acudir a Huesca -lo que le había permitido rencontrarse con los orígenes de su familia- y propuso a los responsables de la Diáspora que en la próxima ocasión apostaran por un "networking" con emprendedores altoaragoneses.
PREGUNTA.- ¿Qué le parece que se limite y baje el sueldo de ejecutivos de empresas públicas, funcionarios y políticos? ¿Cuál será su efecto a medio y largo plazo en los servicios públicos, en las administraciones públicas y en los administradores en general?
RESPUESTA.-No se puede generalizar al cien por cien. Probablemente hay algún tipo de administración que no sería tremendamente fundamental pero, a lo mejor, hay otra en la que se requieren unas habilidades, unas capacidades y un esfuerzo extraordinario. A veces hay cuestiones en las que se puede hacer una extraordinaria labor desde el sector público que, además, sólo se puede hacer desde ese sector, y realmente lo tienes que pagar. Es muy difícil generalizar, pero en un momento en el que en las empresas en general está habiendo ajustes, reducciones o congelaciones, creo que es lógico que se extienda. Cuando se habla de sueldos muy altos de ejecutivos, me gusta relacionarlo con cuánto valor ha creado ese ejecutivo. Si al señor Marchionne, que se encontró a unos accionistas con una compañía que valía cero y les dejó una que vale 30.000 millones de euros, le hubieran preguntado, igual mil millones para dirigir una empresa es mucho sueldo pero, ¡cuánto valor ha creado! Gente que ha creado mucho valor debe llevarse una parte, y gente que no crea valor o lo reduce, no está muy claro que vaya a llevarse una fortuna como hemos visto algunos casos en algunas empresas. Es difícil de generalizar, pero tampoco nos debemos de horrorizar de que haya remuneraciones muy altas de gente que consigue resultados espectaculares. No son fáciles.
P.-En la conferencia ha dejado entrever que en España en estos momentos puede haber una especie de tendencia dramatizadora sobre la situación económica. Con la perspectiva general de haber recorrido tanto mundo, ¿cree que corresponde a la realidad? ¿Tan mal está España? ¿Tantas dificultades tiene? ¿O quizás sea antes ponerse la venda que a herida?
R.- Por mal que esté, no deberíamos hacer declaraciones públicas sobre el mal. Si nosotros tenemos un ser querido que está mal, no vamos diciendo públicamente que está fatal y si hay un amigo, se lo diremos en voz baja, sobre todo si nos puede ayudar. Hacer declaraciones sobre nuestros problemas, por parte de nuestro líderes, contribuye a que eso se convierta en titulares horribles que no nos interesan como país, y tampoco podemos decir que estemos tan mal. El desempleado que tiene una indemnización es muy diferente al americano que recibe un mail para que al día siguiente no vaya a trabajar. Tampoco es lo mismo que el que tiene una cobertura sanitaria y sabe que delante de un hospital no se va a morir. Nuestro desempleo no es el mismo que en un país en el que no exista ninguna cobertura ni indemnización. Esas ventajas sociales hacen que ese drama no sea tan drama.
P.- Algunos organismos internacionales vienen defendiendo previsiones de que, en el 2030, China será el gigante mundial, y en el 2050 hablan de la India. Parten de unos argumentos como la diferencia de los costes y algunas fortalezas que tienen. Usted ha aludido en la conferencia a que va a haber una convergencia en los costes, ¿eso puede cambiar estas previsiones?
R.- Que me hablen de 2050 me hace reír, no tengo demasiado interés. Vamos a salir reforzados de esta crisis y vamos a tener un crecimiento razonable en unos años. Empezará, casi seguro, antes de lo que dicen los políticos y si nos entusiasmamos, mucho antes. Lo lógico es que vayamos creciendo. En Europa, no aspiramos a tanto crecimiento, porque tenemos un poco de todo. Cuando te vas a una zona rural en China o India, ves las necesidades que tienen, pueden aspirar a mucho. Nosotros tenemos bastante calidad y estamos bastante bien. Por tanto, probablemente, no tenemos tanto incentivo como lo tienes zonas rurales. El Gobierno chino tiene un gran interés de mejorar, hay mucho trabajo por hacer. Es posible que sea tres veces la primera potencia mundial, pero siguen quedando millones de gente pobre. India va a su paso, es un país bastante pobre, pero no está haciendo grandes inversiones. Nos queda mucha pobreza en el mundo: tenemos cuatro mil millones de personas en África.
P.- Hace poco el Wall Street Journal calificaba España como "el valle de la muerte del emprendedor" y hablaba de que era más complicado abrir un negocio en España que en el Congo. ¿Cuál es la solución? ¿Cómo lograr que la sociedad española cambie y apoye al emprendedor? ¿Quizás existe la ilusión del hijo del funcionario?
R.- Vivo en este mundo de los emprendedores, y hay muchos españoles y les va bien. Conozco cantidad de antiguos alumnos que han creado empresas y existen cantidad de empresas que están surgiendo. Se montan empresas, hay empresas geniales y que crean. En este país se valora al emprendedor, no está denigrado. Hay dinero disponible, pero hay que ponerlo en contacto. Un emprendedor debe tener un plan de negocio, no simplemente una idea que no sabe cómo materializar. Ésa no es una persona capaz de hacer lo que hace un emprendedor, sacrificarse y montar una empresa y hacer todo el trabajo. No he visto un solo buen proyecto de empresa que no se haya podido llevar a término. El que haya contribuido a crear ese titular, no nos hace ningún favor.
P.- ¿Usted considera que las nuevas generaciones de este país están mejor preparadas?
R.- Vivo entre jóvenes y los que veo dentro de una clase, aquí, en América o en China los veo iguales, no veo diferencias. El mundo del futuro va a ser muy plano, porque son muy parecidos en todo el mundo, y no me atrevo a decir que los jóvenes de hoy sean unos cantamañanas. Esos jóvenes que a veces vemos en la televisión, quizás no son la representación de la cantidad de jóvenes que hay. Estamos en un momento de crisis, y tenemos dificultad en emplear jóvenes, ahora, también me pregunto si para la gente que sale de la Universidad no debiera haber, a lo mejor, un año de trabajo en prácticas sin cobrar, hacer una "mili empresarial". A veces ves lo que hacen los jóvenes cuando salen de la Universidad, como puede suceder en América, que a lo mejor están dispuestos a trabajar de lo que haga falta y donde sea y aquí, quizás, somos más exigentes. Aquí tenemos a unos jóvenes fantásticos, y quizás deberíamos sacar más a estos que a los otros.
P.- ¿Cómo ve desde su perspectiva internacional la oportunidad de apostar en el futuro por las tecnologías del hidrógeno, sus aplicaciones y desarrollo como nuevo sector energético?
R.- Si esta pregunta me la hubiera hecho hace diez años, a lo mejor hubiera estado más optimista. Si estuviera en un sector al que le puede afectar esto, tendría a alguien ocupado en seguir de cerca el tema, por ejemplo, como combustible en automoción. Muchas veces, lo que pase con la tecnología es que dé un giro y se mueva en una dirección contraria. Hace tiempo, algún alto cargo de la administración dijo que tendríamos como un millón de coches eléctricos y parece que se han vendido unos 300, hay un alto desfase, no los estamos comprando. No quiere decir eso que no lo serán, pero si fuera empresario del automóvil tendría a unos tíos siguiendo muy de cerca el tema. A nivel tecnológico, es importante que cualquier empresa tenga en cuenta que, a veces, las oportunidades están en la periferia y que tenga muy bien cubierto su sector.
Fuente: Diario del AltoAragón