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“Podemos hacer más obra pública con menos recursos y tenemos que explotar esa vía"
HUESCA.- El ministro de Fomento, José Blanco, protagonizó los Encuentros con el Alto Aragón, que organizan DIARIO DEL ALTOARAGÓN y Fundesa con la colaboración de Ceos-Cepyme Huesca, Cámara de Comercio e Industria y en esta ocasión el Ayuntamiento de Huesca. Una jornada patrocinada por la Consejería de Obras Públicas que comenzó en el Palacio de Congresos con una conferencia y concluyó en la Venta del Sotón con una cena-coloquio en la que se sirvieron vinos de Bodegas Lalanne. El ministro apostó por hacer "más obra pública con menos recursos", una vía que acabe con culturas e inercias como los modificados excesivos. Aseguró que esta crisis es la situación económica más dura de los últimos 80 años y abogó por soluciones como el apoyo a las empresas con más facilidad para los créditos, si bien ahondó en que los modelos de desarrollo empresarial no pueden fundamentarse en el apalancamiento.
PREGUNTA.- Señor ministro, aclárenos cuál es el estado de la posible reforma en torno a las pensiones y si se tienen que preocupar quienes se aproximan a la edad de la jubilación.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, los que están acercándose a la edad de la jubilación deberían estar tranquilos. Los que tenemos 47 o 48 años, como yo, debemos estar un poco más preocupados. España no tiene un problema de pensiones. España tiene un problema de demografía y, si no somos conscientes de que tenemos un problema de demografía, estaremos tapando los ojos ante una realidad que nos viene. En los años 60, cuando mi abuelo cobró la pensión, la esperanza de vida era de cinco años una vez que uno empezaba a cobrar la pensión. En la actualidad, la esperanza de cobrar pensión de un pensionista está entre 15 y 20 años. Es decir, varias veces más que cuando mi abuelo cobraba la pensión: mi padre, que tiene 86 años, ya ha cobrado 21 años la pensión. Sin embargo, la situación no ha variado y, si no somos capaces de hacer algo, cuando yo tenga que cobrar la pensión, que tengo 48 años, habrá, si no se cambia la tendencia de la demografía, más pasivos que activos. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es un planteamiento para garantizar las pensiones de la gente que tiene mi edad. Para que la gente que tiene mi edad pueda tener garantizada la misma pensión que tienen hoy nuestros padres o las personas que están en expectativa de jubilarse pronto. Y, además, hacemos un planteamiento para poder mejorar todavía las pensiones que son muy bajas, y hay todavía tres millones y medio de personas que tienen pensiones muy bajas: todos los que tienen pensiones mínimas y la mayoría de las viudas de nuestro país. Por lo tanto, algo hay que hacer, y habrá que actuar en varios frentes. Desde luego, habrá que actuar sobre las prejubilaciones. Yo he tomado una decisión hace poco tiempo que va en esa dirección: no podía un controlador aéreo jubilarse con una licencia que se llamaba Especial Retributiva, cobrando 170.000 euros y yéndose para casa con 52 años. Sencillamente, el modelo no lo aguanta. Y por eso es necesario hacer una reflexión que nos permita mejorar nuestro sistema de pensiones para que la gente que tiene 48 años, como yo, la tenga garantizada cuando la población pasiva sea mayor que la activa. Y eso es lo que ha puesto el gobierno encima de la mesa. Y eso es lo que queremos acordar. Por lo tanto, no se trata de nada para la gente que ahora cobra la pensión o para los que la van a cobrar dentro de poco, sino que se trata de garantizar este sistema que tan buen resultado nos dio. Y aprovecho esto para hacer una reflexión de fondo. Cada vez que uno va por un territorio, siempre le piden más infraestructuras, más bienestar, es decir, más gasto público en definitiva. Aquí, en España, hubo un proceso que es de una revolución creciente de derechos, que no fue acompañada de una revolución creciente de ingresos, al contrario. Los ingresos fueron menguando. De tal forma que España es uno de los países de la Unión Europea con la presión fiscal más baja y, claro, no podemos aspirar a tener Alta Velocidad de primera, y ser el primer país que va a tener más kilómetros de Alta Velocidad en el mundo este año; no podemos aspirar a tener más autovías que ningún país de la Unión Europea; no podemos aspirar a tener el mejor Estado de Bienestar de la Unión Europea, y tener impuestos como los países que menos pagan de impuestos. Esta es la reflexión que hay que hacer, porque, cuando en el año 2020 tengamos concluido el Plan Estratégico de Infraestructuras, el PEIT, el gran debate es ¿y cómo vamos a mantener las infraestructuras? Porque un kilómetro de infraestructura de Alta Velocidad cuesta su mantenimiento al año, si no es en túnel, 100.000 euros y, si es en túnel, el doble. Por lo tanto, multipliquen ustedes eso por el número de kilómetros de Alta Velocidad que tenemos en España y se harán una idea sólo de lo que cuesta el mantenimiento de la Alta Velocidad. Pues, si no reflexionamos sobre esto y no reflexionamos sobre el futuro, igual estamos generando una gran burbuja y luego nos arrepentiremos, como nos ha ocurrido, por cierto, con la burbuja inmobiliaria, que todo el mundo veía venir, pero nadie hizo nada por evitarla.
MIGUEL LUCAS.- Pequeño empresario, con 7 trabajadores (6 mujeres), al renovar la cuenta de crédito: 9%, aval personal y seguro de vida. ¿Para cuándo el acceso al crédito en condiciones razonables de las pymes? Y, si necesito flexibilizar mi plantilla, ¿para cuándo un modelo similar al alemán (¡no estamos hablando de despidos!)
JOSÉ BLANCO.- Nosotros, en el proceso de reforma del mercado de trabajo que hemos planteado a los sindicatos y a los empresarios, contemplamos la posibilidad de introducir un modelo de contrato similar al alemán, es decir, que, si hay acuerdo y entendemos que la referencia del acuerdo sería en torno a las vacaciones de Semana Santa por poner una fecha de referencia, deberíamos introducir, y ese modelo genera bastante consenso entre empresarios y sindicatos, ese mismo modelo y podríamos incorporarlo a nuestra legislación. En relación con la situación de las pequeñas y medianas empresas y el acceso al crédito, decía en mi conferencia y ratifico ahora que ese es uno de los nudos gordianos y de las dificultades que tenemos en este momento. Y, desde luego, ya les anuncio que, en la propuesta que haremos a las fuerzas políticas el próximo lunes, daremos una respuesta para que el crédito pueda llegar con más facilidad a las empresas y a las familias. Pero, dicho esto, quiero hacer una reflexión de fondo. No podemos olvidarnos de que el origen de esta crisis está, precisamente, en una crisis del sistema financiero, es decir, de concesión de créditos que nunca tendrían que haberse concedido y que nos llevaron a una situación de un crack en todo el sistema financiero internacional. Por tanto, no podemos olvidar el origen. Y no podemos olvidar que, en España, mientras el PIB crecía al 4%, el crédito de empresas y de familias crecía por encima del 20%. Cuando se habla de la deuda de España, lo preocupante no es la deuda que tiene el sistema público, que es bastante inferior a la deuda que tienen los países de la Unión Europea. Lo preocupante de la deuda española es la deuda que tienen empresas y familias, que hubo mucho crédito que se concedió pero con dinero que los bancos traían de mercados exteriores, y que ahora tienen que devolver, porque ya no hay en el contexto internacional alegría para facilitar el crédito, para importar en definitiva el crédito. Por lo tanto, es verdad que tenemos una situación de un cierto embudo, el gobierno es consciente de eso. Entendemos que si el crédito no fluye a la pyme, no estaremos en condiciones de recuperar la creación de empleo y por eso vamos a hacer un esfuerzo adicional con una propuesta que yo mismo voy a calificar de muy potente para superar precisamente esa dificultad que tenemos en relación con el acceso al crédito.
CONRADO TORO.- Si lo que se desea es modificar el modelo productivo, ¿por qué el Plan E se basa en la construcción? Y, de empresario a político, ¿no es más fácil subvencionar el empleo que el paro? Entregue los 420 euros al empresario por cada trabajador, no modificará las cuentas del Estado pero sí las del trabajador y la empresa?
JOSÉ BLANCO.- En nuestro país, lamentablemente, la destrucción de empleo se ha producido en el sector de la construcción. Y, frente a ese sector, tenemos algunos problemas que vamos a tardar tiempo en resolverlos. Decía en mi conferencia, y ratifico ahora, que una buena parte de la gente que se ha ido al desempleo son jóvenes sin cualificación que vieron en el sector de la construcción la forma de tener buenos salarios para responder rápidamente al deseo de emancipación y, por lo tanto, de conformar una forma de vida partiendo de una escasa cualificación profesional. Lamentablemente, el sector se vino abajo y esta gente tiene muy difícil incorporarse al mercado de trabajo si durante un proceso de tiempo no se le plantea una oferta formativa que le pueda suponer encontrar un horizonte distinto para incorporarse al mundo del trabajo. Pero, entre tanto, hay que hacer un plan de choque para tratar de amortiguar el impacto de la crisis sobre este sector. El Plan E no solamente ha generado empleo, que ha generado empleo. El Plan E ha posibilitado que 14.000 pequeñas empresas de todos los municipios de España pudieran tener actividad en uno o dos años que era muy difícil tener actividad. Por tanto, durante estos dos años, no solamente hemos mantenido o no se han perdido en torno a 500.000 empleos, sino que evitamos que se desplomaran 14.000 pequeñas empresas de nuestro país. Es la política de estímulos que hay que hacer en momento de falta de crecimiento. Y, en este sentido, creemos que fue un buen plan.
Yo no sé si, con la subvención de los 420 euros a los empresarios, se generaría más y mejor empleo. Lo que sí sé, y eso va en los genes de nuestro proyecto, es que, mientras la gente tenga dificultades, hay que garantizar cobertura. Y no podemos olvidar dónde está el origen. Y es que a veces nos olvidamos, y algunos incluso piensan que, una vez superada la situación, volveremos a las andadas. El origen está muy claro: una burbuja inmobiliaria que ha explotado, que ha llevado a que nuestro sistema financiero tenga contraído un compromiso con un sector donde va a tener difícil en muchos casos recuperar ese dinero, y eso afecta fundamentalmente a cajas de ahorro que están pasando situaciones de dificultad por el excesivo crédito que le dieron al sector inmobiliario; y, segundo, se ha concentrado sobre todo en algunas zonas de España. Yo, cuando felicitaba al presidente de la Comunidad de Aragón, lo hacía por una razón. Porque, claro, cuando los datos económicos son buenos, el mérito es de la comunidad autónoma, tanto en terrenos de crecimiento económico como de crecimiento de empleo. Ahora, cuando son malos, se le echa siempre la culpa al Gobierno de España. Pero no es casualidad que el mayor desempleo se concentre en la Comunidad Valenciana y en la comunidad murciana, donde la burbuja inmobiliaria, alimentada desde los poderes locales y autonómicos, era mayor. Y, por lo tanto, donde la destrucción de empleo, con un impacto en todo el sector de industria de la cerámica y alrededores, está siendo absolutamente dramático. No debemos olvidar, además, que las comunidades autónomas tienen transferidas las políticas activas de empleo, que es algo que se olvida, y que, en todo caso, yo soy de los que creo que hay que apoyar a las empresas y facilitarles el crédito, pero ya no se puede construir un desarrollo solamente en base al apalancamiento. No. Cuando vemos cómo las empresas, en otros países de la Unión Europea, tiran y resisten mejor en estos tiempos de crisis, es debido entre otras cosas a que tenían menor endeudamiento. Y tendremos que pensar a futuro que no solamente todo tienen que ser beneficios y hacer nuevos productos, sino que también hay que hacer algún proceso de capitalización, que es importante aparte de otros cambios de modelos que habrá que hacer, porque el sector inmobiliario nunca más va a ser como era, no nos engañemos. Y hay mucho ámbito que trabajar, porque hay una demanda de vivienda, de vivienda de protección oficial, hay mucho trabajo que hacer en el campo de la rehabilitación, pero España no va a poder aguantar volver a crecer a 800.000 viviendas al año libres, como se construían en un mercado que ahora vemos que tiene un stock demasiado elevado y muy difícil de resolver.
PREGUNTA.- Ha causado entusiasmo en muchos oyentes de la zona su alusión a la N-260. Le piden máxima concreción en el compromiso del Ministerio respecto a esta infraestructura.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, la concreción la ha hecho el secretario de Estado de Infraestructuras, que conoce perfectamente bien la N-260. En la N-260, estamos haciendo dos actuaciones. Una entre Castejón de Sos y el congosto de Ventamillo, que se desarrolla con toda normalidad y que está previsto que finalicen las obras en el segundo semestre de este año 2010. Y luego hay otro tramo entre Ventamillo y Campo que se someterá a información pública el proyecto en verano de 2010 para poder luego empezar a desarrollar el resto de las actuaciones.
JORGE GÓMEZ.- ¿Cómo contempla el Ministerio el desarrollo de los puertos secos? Hay una cierta inquietud y expectativas en determinadas zonas de la provincia de Huesca.
JOSÉ BLANCO.- Este es un buen debate, porque a la hora de planificar las plataformas logísticas, los nodos logísticos, las zonas industriales, y no es el caso de Aragón pero hago una reflexión de carácter general, las comunidades autónomas muchas veces no tienen presente la planificación que, en materia de infraestructuras, tiene prevista el Gobierno de España. Y luego nos encontramos con que hay muchas plataformas logísticas en España y algunos puertos que no están bien conectados y que eso nos hace perder eficiencia y capacidad de competir. Como soy consciente de esta situación, tengo previsto convocar a todas las comunidades autónomas a una conferencia sectorial el próximo mes de marzo para definir el mapa del transporte ferroviario de mercancías, pero también para definir las conexiones que, en materia de cercanías, tenemos que hacer con puertos y plataformas logísticas para tener una visión integrada de España. Desde luego, lo tenemos muy avanzado, lo estamos trabajando con las comunidades autónomas y antes de que finalice el mes de marzo quedará definitivamente establecido un mapa que nos va a permitir a todos trabajar en una misma dirección para ser mucho más competitivos, para tener unas buenas comunicaciones con los nodos logísticos y para poder, así, desarrollar de forma integral mucho mejor todos los inputs y todas las sinergias que hay en el conjunto del país.
PREGUNTA.- Dentro de las líneas estratégicas que el Gobierno de España va a poner en marcha para tomar medidas para salir de la crisis, ¿hay alguna que contemple al pequeño y mediano comercio, motor de economía y generador de empleo en estos momentos?
JOSÉ BLANCO.- Cuando hablamos de la pequeña y mediana empresa, hablamos también del comercio, ¿no? Es verdad que el comercio es muy importante, pero la mejor política que se puede hacer hacia el comercio es precisamente estimular el consumo. Para estimular el consumo, hay que generar un clima de confianza en el país, superar los miedos y los temores que existen, que es normal que existan porque estamos viviendo la situación desde el punto de vista económico más dura de los últimos 80 años. Es verdad que tenemos un país con muchas más posibilidades, con mucha más fortaleza, con un sistema de protección muchísimo mejor y, por tanto, capaz de hacer frente a la situación infinitamente mejor. Pero hemos visto que el consumo en el último trimestre ha crecido de forma ya positiva, esperamos que esa sea la tendencia a lo largo de este año y, por lo tanto, ir superando las debilidades que se produjeron el año pasado. Y, además, a todas las líneas de ayudas que se van a poner en marcha, podrán acceder los pequeños comercios de nuestro país.
JAVIER ESTEBAN.- Ofrezco mi testimonio personal para confirmar que, le pese a quien le pese, se perciben signos de mejoría y recuperación económica ya. Quisiera saber cuál será la posición del Ministerio y más concretamente del señor ministro hacia las grandes empresas de servicios (telecomunicaciones, transportes, energía, etcétera), si seguirá en la línea de los "controladores aéreos" o actuará como el Gobierno del PP que permitió a esas empresas actuar solamente en su beneficio con ayudas públicas para asegurar el retiro o la colocación de sus políticos en las mismas.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, no sé muy bien a lo que se refiere. Empresas públicas ya no quedan tantas. En todo caso, yo he dicho en la conferencia que, en lo que se refiere al grupo Fomento, vamos a hacer un esfuerzo de austeridad. Tenemos mucho trabajo que hacer para ser más eficientes y poder con ello prestar un mejor servicio. Yo creo que podemos hacer más obra pública con menos recursos. Tenemos que explotar esa vía. Tenemos que acostumbrarnos a superar también ciertas culturas que venían siendo propias de la obra pública, como la cultura de los modificados excesivos. Por lo tanto, vamos a trabajar para hacer las cosas de otra forma y responder a los desafíos que tenemos por delante. El tema de los controladores respondía a un abuso que a mi juicio se venía prolongando desde hacía demasiado tiempo. En el año 1999 se firmó un convenio que a mi juicio nunca se tenía que haber firmado, donde se vulneraba el propio Estatuto de los Trabajadores a partir de un acuerdo extra-convenio, que llevó a tener sueldos disparatados de una media de 350.000 euros, estamos hablando de más de 60 millones de las antiguas pesetas de media de salario al año. Eso el país no lo podía aguantar. Además, con una clara advertencia de ilegalidad por parte de Intervención General del Estado desde el año 99, y era mi obligación resolverlo y, por lo tanto, lo he resuelto. Y, por tanto, en todas las situaciones que dentro del ámbito del Ministerio de Fomento pueda actuar y supongan acabar con privilegios y abusos, mi determinación será la misma que me planteé para hacer frente al tema de los controladores.
PREGUNTA.- ¿Qué medidas se van a adoptar para reducir o eliminar la morosidad de las administraciones y particulares?
JOSÉ BLANCO.- En la Ley de Economía Sostenible, tenemos unos criterios para limitar el tiempo de pago de las administraciones públicas a las empresas. Creemos que esto es un problema. Honestamente, creo que no es un problema que se da en la administración del Estado. El Ministerio Fomento estamos pagando a 37 días, ADIF (el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) está pagando a 60 días. Por lo tanto, no es un problema a mi juicio que sea de la administración del Estado. Se da singularmente en la administración autonómica, pero en gran medida se da en la administración local. Por lo tanto, nosotros vamos a establecer una serie de medidas legislativas para obligar a todos a cumplir con unos objetivos de tiempo para, precisamente, evitar estas situaciones de estrangulamiento de empresas por falta de pago por parte de las diferentes administraciones. Ahí va a estar contemplado y, por lo tanto, vamos a hacerlo con carácter de ley.
PREGUNTA.- ¿Es usted optimista respecto al consenso en torno al pacto económico?
JOSÉ BLANCO.- Yo soy optimista. Es la responsabilidad del gobierno y, dentro del gobierno, de las personas que estamos encargadas de buscar el acuerdo. No vamos a dar ni una excusa, ni una razón para que no haya acuerdo. Y, desde luego, vamos a hacer todos los esfuerzos para conseguir que el mismo se extienda al máximo de fuerzas políticas. Por lo tanto, yo soy optimista. Creo que, sobre los temas fundamentales que exigen respuesta en este momento, deberíamos llegar a grandes acuerdos y, desde luego, quien no esté por la labor, tendrá que explicarlo. Y estoy convencido de que habrá propuestas ambiciosas para responder a los principales desafíos que tendremos como país. Es evidente que, cuando se inicia un proceso de diálogo, si queremos buscar el acuerdo, habrá que hacer cesiones. Y haremos cesiones si, con ello, establecemos puntos de encuentro, el mínimo común denominador posible, porque es importante para el país transmitir en este momento una idea de unidad. Eso va a generar confianza, nos va a dar más fortaleza, va a alimentar nuestra autoestima y lo van a valorar positivamente los ciudadanos cuando tengan que decidir. Probablemente, algunos creen que deben de ganar en este momento las elecciones, y yo digo que las elecciones hay que ganarlas cuando tocan, no antes. Ahora mismo, mientras estábamos aquí, me pasaban una encuesta de lo que está sucediendo en Reino Unido. Los laboristas, hace ocho meses, estaban a 20 puntos de los conservadores. Bueno, la última encuesta es que están sólo a cinco puntos. Está llegando el tiempo electoral, la hora de votar. Por lo tanto, yo creo que debemos hacer un esfuerzo todos en pensar menos en las elecciones, que son todavía dentro de dos años, y pensar un poco más en los intereses generales del país, y seguro que, si hacemos eso, alcanzaremos un acuerdo.
"HUESCA, LA CIUDAD DE LA IGUALDAD"
En la conferencia del ministro José Blanco en el Palacio de Congresos, hubo una amplia representación de la redacción de "Igual Dá", la sección del Dominical de DIARIO DEL ALTOARAGÓN elaborada por la Coordinadora de Asociaciones de personas con Discapacidad (Cadis).
Incluso, había preparado una pregunta consensuada al ministro de Fomento que el propio José Blanco elogió. Decía así la cuestión:
"Algunas ciudades son famosas por sus apellidos: París es la ciudad de la luz. Roma es la ciudad eterna. Milán es la ciudad de la moda. Estocolmo es la ciudad ecológica. Viena es la ciudad de la música. Bruselas es la capital de Europa. Estrasburgo es la ciudad de los derechos humanos.
¿Podemos aspirar a que Huesca sea la ciudad de la igualdad?"
Naturalmente, el ministro se abonó a la primera alternativa: "Sí". Y volvió a valorar la atractiva, humana y periodística interrogación, agregando que administración y ciudadanos han de trabajar conjuntamente para llegar a esa meta.